EPOC

Otra parte importante de los pacientes que ingreso, son los pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), enfermedad producida en más de un 70% por la inhalación de humo de tabaco (ya sea en cigarrillos o vapeado). El 30% restante se produce por el contacto por humo de leña, por la contaminación ambiental, por el contacto con algunos químicos, o por la suma de todos ellos.

Sea cual sea la causa, se produce una afectación PROGRESIVA que puede aparecer como Enfisema, enfermedad que produce la destrucción de las paredes de los alvéolos que son los espacios del pulmón donde finalmente llega el aire y se realiza el intercambio de oxígeno con la sangre.

O como Bronquitis Crónica produciendo una inflamación y disminución del calibre de los bronquios (los tubos o conductos por donde pasa el aire), aumenta la producción de moco y termina dificultando el paso del aire, especialmente para expulsar el aire del pulmón.

Los pacientes con EPOC los tratamos normalmente con guías internacionales de manejo (que se renuevan cada año), insistiendo en que debe hacerse todo el esfuerzo posible para dejar de fumar y seguir las pautas de manejo establecidas, lo cual indica que en todas parte del mundo hacemos prácticamente los mismos tratamientos.

Pero NO TODO aparece en las guías y hay aspectos fundamentales como los niveles de Glutatión, una proteína que es el mayor antioxidante de nuestro organismo y está producido por TODAS nuestras células. Dentro de las múltiples funciones que tiene el Glutatión, está el proteger a las células de los pulmones de la degradación producida por el humo del tabaco. Una sola inhalación disminuye SEVERAMENTE su nivel dentro de las células pulmonares, lo que influye en una desactivación de las defensas y en favorecer la inflamación crónica y las infecciones repetitivas, o la destrucción de las paredes de los alvéolos. Además, Los niveles de Glutatión van disminuyendo con el paso de los años, a partir de los 25 años y muchas otras razones también actúan potenciando el descenso del nivel de esta proteína.

Por lo tanto, los aminoácidos promotores de la formación de Glutatión por nuestro organismo son unos maravillosos adyuvantes (colaboradores) con las terapias convencionales. Yo llevo 30 años utilizando el único precursor de Glutatión con que contábamos, la N-acetil cisteína, pero los nuevos precursores (cisteína protegida) son 5 veces más potentes, con lo cual se abren caminos para poder detener el deterioro celular, frenar la inflamación crónica y mejorar los mecanismos de defensa.